A partir
del siglo XVII florecieron las plantaciones de azúcar en las islas del Caribe.
Los dueños utilizaron a esclavos para sembrar, cosechar y procesar la caña. Algo
que quizás no se conoce suficientemente, es que la fuerza del viento se utilizó
en Barbados, Antigua, Nevis y otras islas para hacer funcionar los trapiches de
la época. Estos molinos eran construcciones robustas de piedras y madera de las
zonas en que estaban enclavados y significativamente diferentes a los usados en
Europa. En el sello de 10 centavos de Anguilla que se muestra se aprecian los
esclavos trabajando en primer plano y al fondo el molino de viento. Fue emitido
en 1984 como primero de una serie de 8 sellos por el aniversario 150 de la
abolición de la esclavitud en la isla, siendo el número 588 en el catálogo
Scott.
Muchos de ellos han quedado como torres vacías; pero algunos aún conservan restos de la maquinaria. Sólo quedan dos molinos de viento “azucareros” que aún pueden funcionar. En Barbados, donde se dice que había más de 500, se encuentra el más conocido de todos, el Morgan Lewis, que detuvo sus operaciones en 1947. En 1992 fue donado por su dueño, Egbert L. Bannister, al Barbados National Trust para su preservación como museo. Esta institución lo restauró y tiene todas sus piezas originales intactas. En 1999 fue reabierto al público, que puede disfrutar en su interior de una exhibición de maquinaria y fotos antiguas, así como subir al mirador en lo alto del molino. Durante la época de zafra, de diciembre a abril, muele caña y produce jugo un domingo de cada mes. En la foto se puede observar tal cual es hoy.
Desde esa misma posición son las ilustraciones que
aparecen en el sello postal de seis centavos y en la moneda conmemorativa de cinco
centavos de ese país. Este sello, el 333 en el catálogo Scott, pertenece a la
serie emitida entre 1970 y 1974, con tiradas en las que hay variación en la
orientación de la filigrana. La de 1970 tiene filigrana recta y la de 1974 es
inclinada.
Barbados ha emitido otros sellos con este tema. Entre
ellos, el 30 de mayo de 2002 sale a la luz una serie de cuatro valores con
motivo del aniversario 375 del primer asentamiento poblacional en la isla
(números 1028 al 1031 en el catálogo Scott). En tres de ellos se observan ruinas
de molinos azucareros. El de 10 centavos muestra el “Drax Hall” y el de 1.15
dólares barbadenses, las ruinas del “Cattle Mill”. En el de tres dólares se
vuelve a incluir al “Morgan Lewis”.
En la isla de Antigua existían más de 170 molinos a
principios del siglo XVIII. La importancia de los mismos se evidencia en el
hecho de que en el escudo de ese país se representan las ruinas de uno de
ellos, como puede observarse en el sello de diez centavos emitido el primero de
noviembre de 1981 con motivo de la independencia de la isla.
De esta isla es el otro molino
azucarero que aún funciona, también restaurado a partir de 1990 y convertido en
museo desde 1995, el Betty’s Hope. Este fue instalado en una plantación azucarera
fundada en 1650 por el Gobernador inglés Keynel, que era la más grande de la
isla en su tiempo. A partir de 1674, perteneció a Sir Christopher Codrington, dueño
de 150 ingenios, quien lo nombró así en honor a su hija. Desde ese año hasta
1944 perteneció a la misma familia, quien lo vende ese año a la empresa Antigua
Sugar Estates Ltd. En esta plantación eran dos los molinos de viento que
existieron, del otro también quedan ruinas. Inicialmente los molinos eran tres
rodillos verticales alimentados por dos hombres que lograban una extracción del
60% del jugo después de dos pases. Después se transformaron a horizontales,
lográndose incrementar la extracción en un 20% para obtener unos 21000 litros de
jugo a la semana a partir de 200 toneladas de caña. Trabajaron hasta 1921 en
que la molienda de caña pasa al Central Sugar Factory con la introducción del
uso del vapor. En esta plantación, además de azúcar, se producía ron. Las
ruinas de todas las instalaciones forman parte de un museo al aire libre. Uno
de los molinos fue restaurado y desde el 2005 se hace funcionar sólo en
ocasiones especiales.
Vamos a aprovechar este tema para introducir otro
concepto filatélico, el de los enteros postales. Como tal son clasificadas las piezas
postales que tienen el franqueo impreso y no un sello adherido. Existen varios
formatos o tipos de enteros postales, siendo los más comunes los siguientes:
· Los sobres: un sobre común
con una estampilla impresa en la parte superior derecha del mismo, en el sitio
que se coloca normalmente la estampilla o estampillas.
· Las tarjetas: una simple
cartulina con el franqueo al costado superior derecho en la cara donde no está
la ilustración.
· Los aerogramas o
cartas-sobres con solapas abiertas para pegarlas una vez escrita la misiva. En
el frente está el franqueo y en su exterior por lo general una ilustración
conmemorativa.
En el aerograma de Antigua que se muestra, aparece un
dibujo del molino Betty’s Hope, que no ha sido representado en sellos de correos. Este
aerograma tiene otra variante con una sobrecarga de cinco centavos.
En esta antigua tarjeta postal se representa una escena
típica de la plantación de azúcar en Antigua, aunque no es “Betty’s Hope” sino
la llamada “Union Estate”. Hacia la derecha del molino se observa la casa de
calderas con su chimenea.
Cuando la tarjeta postal tiene un sello adherido sobre su
imagen y ambas imágenes, así como el cancelador guardan relación, estamos en
presencia de lo que se conoce como “tarjeta máxima”. De este tipo de tarjeta se
muestra una de Nevis, en la que la imagen seleccionada son las ruinas de un
molino de viento usado en la industria azucarera de esa isla. El cancelador es
el del primer día de emisión, 5 de febrero de 1981. El sello de 40 centavos, el
127 en el Scott, está dedicado a la plantación Zetland.
Literatura
consultada
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ResponderEliminarMany thanks. I will contact you soon. Regards.
EliminarEmilio, no estoy en Cuba ahoa; pero a mi regreso te envio la carta... Muchas gracias por tus comentarios. Saludos cordiales
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