Raúl
Sabadí Díaz (raul.sabadi@icidca.azcuba.cu)
En Surinam, a partir de la segunda mitad del siglo XVII, se establecieron muchas plantaciones, principalmente de caña de azúcar, café y cacao, a lo largo de los ríos Commewijne y Cottica. Entre ellas, en 1745, María de la Jaille funda la plantación de caña de azúcar de Marienburg. La mano de obra fundamental fueron los esclavos africanos hasta que en 1863 fue abolida la esclavitud por el Gobierno de Holanda. Sin embargo, se dice que esta abolición no fue totalmente cierta pues los ex esclavos debieron firmar un contrato de trabajo con sus ex dueños, durante diez años, con salarios excesivamente bajos. En 1873 la mayoría de estos trabajadores de origen africano y surinamés se habían ido de las plantaciones buscando mejores oportunidades y los dueños europeos buscaron mano de obra en India y Java (Indonesia). Estos nuevos trabajadores tampoco se mantuvieron mucho tiempo debido al riguroso régimen de trabajo que podríamos calificar de explotación. Regresaron a sus países o crearon sus propias fincas.
Poco después de 1880 la Compañia Holandesa de Comercio
(NHM) compró la plantación de Marienburg y el 23 de octubre de 1882 puso en
marcha una fábrica de azúcar. Inicialmente su idea fue comprar la caña a los
campesinos y procesarla; pero los precios mundiales del azúcar cayeron en esa
época y muchos decidieron sembrar coco. Por esa razón la empresa debió cultivar
su propia caña, para lo cual trajeron más trabajadores desde Java, llegando a
ser el mayor negocio del país con más de 2000 obreros.
Esta fábrica tuvo un papel importante en el desarrollo del
distrito de Commenwijne durante mucho tiempo; pero por otra parte, los salarios
eran muy bajos y las condiciones de trabajo malas. Esta situación provocó el
descontento de los trabajadores, quienes realizaron un levantamiento popular
entre junio y julio de 1902. Esta sublevación fue reprimida con violencia,
provocando 24 muertos y más de 30 heridos. Los cuerpos fueron arrojados a una
tumba común y cubiertos con cal. Hoy en día, en ese lugar, un monumento inaugurado
el 30 de julio de 2006 recuerda estos hechos.
Los primeros sellos de Surinam son de 1873 y pasan aún
muchos años antes de que la presencia de la caña de azúcar se refleje en ellos.
En 1945 se emite un sello de color naranja intenso en que se representa un tren
transportando caña. Este tren cañero fue el primer tren de Surinam, con una
línea de 12 kilómetros de longitud y fue obra de NHM en los finales del siglo
XIX. Este sello vuelve a emitirse el 23 de julio de ese mismo año, con sobrecarga
negra de 5c a favor del Fondo Nacional de Asistencia Social. Más adelante, el 9
de agosto de 1950 se reimprime con una sobrecarga en negro de 1c y tapando el
valor de 7.5c.
El primero de marzo de 1961 aparece una serie dedicada a
cultivos del país en la que en uno de los sellos se muestra la caña de azúcar, sobre
un fondo azul claro.
En 1964, NHM vendió la plantación a la Corporación de la
Goma de Amsterdam (RCMA). Esta empresa mantuvo las condiciones opresivas de
trabajo llegando a extremos que herían la dignidad humana. En respuesta, los
obreros se organizaron y crearon el sindicato, que logró que estas condiciones
mejoraran. Sin embargo, la idea de la empresa era explotar la fábrica para
tener ganancias a corto plazo sin realizar inversiones importantes en su
mantenimiento y modernización. En 1974, al borde de la bancarrota, vendieron la
plantación y fábrica al Gobierno de Surinam, que tampoco logró su recuperación.
La fábrica cerró definitivamente en 1986 y ha sido desmantelada poco a poco.
Hoy en día sólo se aprecian ruinas de sus edificios y restos del equipamiento.
A esta plantación de caña y fábrica de azúcar se dedicó
una serie de cuatro sellos en el año de su centenario, 1982, emitidos el 20 de
octubre. En la imagen se observa el sobre de primer día de circulación de esta
emisión. Dos sellos se relacionan con la industria y dos con la agricultura. En
el sello de 35c se aprecia una vista general de la fábrica y en el de 150c se
observa la maquinaria del ingenio. Mientras, el sello de 65c muestra un
cañaveral en el que se está alzando caña y el de 100c muestra el tren que
transportaba la caña al ingenio.
El 5 de junio de 1985 sale a la luz una serie, con
formato triangular, dedicada a trenes, y en el primer sello de la misma se utiliza
la imagen del sello de 1945. Y posteriormente, en el año 1992 sale este sello
con sobrecarga de 1c y en el 2003 se emitió otra variante sobrecargada de este sello
ya sobrecargado, con valor de 3500 florines surinameses.
Los números
correspondientes a los sellos mencionados, en el
Catálogo Scott, son:
Año
|
Valores
|
Numeración
|
1945
|
7.5c
|
192
|
1945
|
5c sobre 7.5c
|
B41
|
1950
|
1c sobre 7.5c
|
240
|
1961
|
4c
|
287
|
1982
|
35c, 65c, 100c, 150c
|
606/609
|
1985
|
5c
|
712
|
1992
|
1c sobre 5c
|
928
|
2003
|
SF 3500
|
1303
|
Estos son los once sellos relacionados con la industria
azucarera que se han emitido en este país. En otro trabajo que publicaremos en
esta sección se comprobará que no son pocos si lo comparamos con otros países
de mayor tradición azucarera. Y además, es una situación que puede mejorar. Desde
hace tres años, la Empresa Estatal Petrolera de Surinam (STAATSOLIE) lleva
adelante un proyecto para desarrollar una plantación de caña de 12000 hectáreas
e instalar un complejo agroindustrial para la producción de etanol y azúcar
crudo, así como para la generación de energía eléctrica a partir de bagazo y
paja de la caña. Este proyecto ha contado, entre otros, con asesoría de
técnicos cubanos y la primera zafra debe ocurrir en septiembre de 2016. Quizás
entonces volvamos a ver nuevos sellos de Surinam dedicados a la agroindustria
de la caña de azúcar.
Literatura consultada
Scott 2009 Standard
Postage Catalog, volume 6. Scott publishing company, Estados Unidos, 2008.
Publicado: 26/04/2014